17 abr 2013

Solidaridad con los Sobrevivientes del Genocidio.


H.I.J.O.S. Guatemala se solidariza con las y los Sobrevivientes del Genocidio y expresa su indignación ante la continua aplicación de mecanismos de manipulación y amenaza contra el pueblo Ixil, por parte de los militares acusados de genocidio y sus cómplices con el fin 1. de arrinconar al sistema de justicia a detener de una vez por todas el proceso abierto el 19 de marzo del presente, y 2. de disuadir a los hombres y mujeres organizados en la Asociación Justicia y Reconciliación a que desistan en su demanda de derechos.

Esta terquedad de los militares y sus cómplices por recurrir a viejas tácticas represivas y sicológicas se ha evidenciado en múltiples ocasiones que van desde pronunciamientos irresponsables por parte del Presidente de la República – General Otto Pérez Molina y su Secretario de la Paz (SEPAZ) y Presidente de la Comisión Presidencial para los Derechos Humanos (COPREDEH) – Antonio Arenales Forno en cuanto a negar que hubo genocidio en Guatemala, visitas del General Pérez Molina a comunidades del área Ixil para limpiar su imagen ante la población, campos pagados de AVEMILGUA justificando la tortura y asesinato de población civil indefensa como mujeres embarazadas, niños, niñas y ancianos en nombre de la patria, campos pagados del CACIF haciendo eco de la consigna fascista de negar el genocidio Ixil y el derecho a la justicia, entre otras.

Pues si de defender lo indefendible se trata, la única forma que los militares y sus cómplices han encontrado es a través de la presión y la manipulación, ya que los crímenes de lesa humanidad no se pueden justificar bajo ningún código de principios humanos pasado o futuro. Los delitos de genocidio son juzgables para el pueblo judío, como lo son juzgables para el pueblo ruandés, como los son juzgables para el pueblo guatemalteco.

El Juicio Histórico por Genocidio tiene la posibilidad de abrir un debate pendiente sobre el derecho a la verdad y la justicia en Guatemala y que las generaciones de adolescentes y jóvenes hoy ejerzan su derecho a conocer su verdadera historia para garantizar la no repetición.

Sin embargo los militares genocidas y sus cómplices continúan encasillados en impulsar por un lado la teoría de los dos demonios argumentando que ambos “bandos” durante la guerra cometieron violaciones a los derechos humanos y que ellos están siendo víctimas de conspiraciones. Sin embargo y aunque les duele, el 93% de las violaciones a los derechos humanos atribuidas a las fuerzas del Estado está bastante distante del 3% del cual son responsables los grupos guerrilleros1.

Por otro lado han intentado manipular la verdad histórica, argumentando de que lo que si hubo fueron excesos o casos aislados, sin embargo cuando se conoce la verdadera historia de nuestro país se puede analizar que de manera sistemática, planificada, financiada y equipada por el propio gobierno de los EEUU, se cometieron crímenes de lesa humanidad contra los pueblos. Ahí si convenientemente le agregan el anonimato de los actores de dichos crímenes “aislados”, volviendo a cerrar cualquier posibilidad de esclarecer con nombres y apellidos a los responsables, pero además cerrando cualquier posibilidad de esclarecer el paradero de familiares desaparecidos.

Desde hace décadas la población civil ha empujado la lucha contra la impunidad por crímenes cometidos en contra del pueblo guatemalteco; desde finales de los años 60´s cuando se dan los primeros casos de desaparición forzada hasta la fecha, han existido expresiones de sociedad civil por el derecho a la verdad y la justicia, la palabra clave siendo sociedad civil, pues en ninguna de estas páginas figuran quienes ahora se organizan como esposas de militares y descaradamente intentan obstruir el acceso a la justicia.

Estos hechos son parte de una política de olvido y perdón impuesta por el actual gobierno militar y empresarial en el cual el actual funcionario de SEPAZ y COPREDEH esta jugando un papel nefasto, pues se vincula directamente al cierre de acceso a fuentes para el esclarecimiento histórico como lo fueron los Archivos de la Paz junto a los señalamientos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos de incompetente para conocer denuncias de violaciones a los derechos humanos contra el Estado de Guatemala, como en el caso de la denegación de justicia en el plano nacional.

Solo para los militares genocidas y sus cómplices puede el derecho a la verdad y la justicia ser un retroceso al pasado. Para nosotros hijos e hijas de la misma historia, el Juicio Histórico por Genocidio del Pueblo Ixil es un compromiso con el futuro, que trae posibilidades reales para la Verdadera Paz.

La nueva militarización que se vive en Guatemala y que busca continuar sosteniendo la impunidad y continuidad de los “proyectos” neoliberales, no solo se expresa en la deslegitimación de la búsqueda de justicia en los tribunales, sino en los nuevos asesinatos selectivos observados en el presente año. Solo en el mes de marzo 2013 fueron asesinados 7 (siete) dirigentes sociales en las consultas comunitarias contra la minería, en la defensa del derecho a la salud pública y campesinos indígenas. Confirmando una vez mas la vieja alianza entre los militares y grupos de poder oligárquicos.

Mientras los militares y sus cómplices contagian el odio y el racismo hacia los pueblos sobrevivientes del genocidio para mantener las políticas de impunidad, olvido y silencio no dan una lectura crítica y actual sobre la realidad que en Guatemala se está viviendo.

Llegó el momento en que las personas actores de los crímenes de lesa humanidad paguen las consecuencias de sus actos.


JUICIO Y CASTIGO A LOS MILITARES GENOCIDAS Y SUS COMPLICES
NO OLVIDAMOS AL PUEBLO IXIL
H.I.J.O.S. Guatemala

Guatemala de la Resistencia, 17 de abril del 2013
1 Conclusiones Informe CEH

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